Parece que el sol se ha quedado en otro lado del mapa, porque recojo la cortina y el color del cielo es de un gris sólido. Eso no impide que sea un día fantástico. Me desperezo, y mientras lo hago, Theo ya me ha escuchado y viene corriendo a darme los buenos días, es decir, salto salvaje encima de mí, y ronroneo incontrolable. Sé que me quiere, pero en realidad me está diciendo “para cuándo mi desayuno, perezosa!?!?!?”
Me preparo café para que funcione la máquina, y bajo a por unas pastitas saladas a la pastelería de al lado de casa. Hacen cosas increíbles, y hoy es un día perfecto para saltarse la dieta.
Es lo que tienen los pijamas de Osho, que te permiten bajar a comprar sin necesidad de cambiarte ;).
Me siento, cojo el periódico y por supuesto, no puedo olvidarme de la música.
Qué bien sabe el café recién hecho, con este trocito de hojaldre con la almendra...
Mientras Ray lamontagne suena, voy a darme una ducha rápida, reparadora. Y mientras pongo el agua caliente ...
Con el portátil conectado para poner música he podido cruzar una conversación con Dani, él sabe apreciar lo que es un domingo cualquiera...
O un lunes, o un martes, o un viernes... todos los días son perfectos para disfrutar de las pequeñas cosas que nos hacen felices, y no, no voy a explicar lo que es la felicidad, pero sé que puedo hacer una lista de aquello que me hace feliz.
Por eso hoy es un día maravilloso, hoy es domingo cualquiera para disfrutar de mi taza de café, mis pastitas y de la música que me gusta, aquella que acompaña todo lo que hago.
…
…
…
Patinar por el paseo marítimo, ir a comprar a la bodega de toda la vida ese vino fantástico del priorat, cenar con mis amigas mientras nos explicamos cualquier cosa, quedar y desayunar con mi vecino y amigo en la panadería un Donut de chocolate y un té rojo, llamar a mi hermana y poder contarnos las cosas del día a día, visitar a los amigos que acaban de ser papas y verles la cara de felicidad aún cuando no pegan ojo por las noches, cepillar a Theo y oírlo ronronear de alegría, hacer fotos, ir al gimnasio, escribir, tomar el sol en mayo con un buen libro entre mis manos, comer con mi familia un domingo a mediodía y comprobar que todo sigue igual que cuando marchaste de casa, ver una peli en el sofá...
2 comentarios:
domingo... la tarde ha caido... la humedad se empieza a colar en los cuerpos cálidos de la costa y la tristeza de que llega del pensamiento al pensar en el dia despues... apetece una voz penetrante de melodia dulce y acompañando una velada tranquila donde lo unico que importa es que no corra el tiempo... Ray me ayuda a ello... y tú me acompañas en estos momentos donde mi imaginación fluye como un adolescente...
WAOW..
Que musiquita más bonita...
Publicar un comentario