En marcha!!!Sólo tengo que coger un pareo, el libro y unas gafas de sol para no acabar medio ciega. Llevo el bikini, camiseta, agua fresquita, un par de manzanas por si azuza el hambre, y listos!.
La playa de la mar bella es, dentro de todas las playas que hay en Barcelona, una de las más frecuentadas por gente joven. Hay un trozo de arena cerca del chiringuito con gente jugando a voley. La música me recuerda a las tardes en Sa Trinxa – ibiza con las sangrías de cava en nuestras copas, y esa sonrisa de medio lado que te pinta los grados de alcohol en la cara.
“Saber perder”, el libro de Trueba me acompaña esa tarde. Todavía no me tiene enganchada, pero me da la sensación que hoy, la lectura va a dar un giro inesperado. Como si de piezas de un puzzle se tratara, la historia va ensamblándose, los personajes van acercándose los unos a los otros. Vidas diferentes confluyen y de esa manera se crea la magia necesaria para conseguir que continúe leyendo. Hay peligro real de quemazo, así que decido volver a casa. Voy recogiendo, y mientras lo hago pienso.
Parece tan fácil ... , pero no nos engañemos..., es complicado que la maquinaria de la vida consiga hacer que dos personas se encuentren y de ahí salga una relación especial... algo diferente, algo que valga la pena.
El libro describe algo así. Repaso todo lo vivido y sólo encuentro dos momentos en mi vida en la que me he encontrado de frente con algo parecido. Desgraciadamente hubo demasiadas piedras en el camino, que hicieron de aquello algo para recordar, pero nada más...
Siempre queda un resquicio de esperanza de que, en algún lugar hay alguien que hará que todo encaje, y exista algo tan mágico como lo que tienen los protagonistas de mi libro, algo que intentan explicarnos también los protagonistas de: “antes del amanecer” y “Antes del atardecer”.
Han pasado más de 10 años desde que se rodó “antes del amanecer”. Película intimista y con una trama inocente, nos devuelve en los últimos 15 minutos, al mundo real. El final de la película nos hace entender claramente la realidad de todos aquellos cuentos que nos han vendido, y nos retrata la verdad.
Al cabo de los años juntaron a los mismos protagonistas y rodaron “Antes del atardecer”, donde nos narran cómo vidas tan dispares y lejanas se encuentran y toman de nuevo el hilo de algo que nunca dejó de existir entre los dos.
Una lección de amor que no deberíamos perdernos, ya que en los diálogos de los protagonistas está la esencia de aquello que debería ser fácil y sencillo, querer a alguien, poder compartirlo con esa persona y que el resto del universo envolviera esos sentimientos para que quedaran para siempre intactos.
Voy de camino a casa, y ya sé que no debería hacerlo, pero me he puesto música mientras conduzco. Suena "Fleet Foxes", y sonrío. Parecen salidos de uno de esos cuentos de príncipes, dragones y trovadores. Uno de esos que nos contaban de pequeña, esos que no se ajustan a la realidad que acabo de repasar, pero de vez en cuando es bonito dejar volar la imaginación y soñar.
*Drops in the river
... y creo que hay una canción perfecta para mi y para ese sentimiento de espera perpetua que siempre me invade ...
1 comentario:
me ha encantado fleefoxes. es un poco folck no? gracias por las pelis pero ya las vi en el cine. muy buenas. gracias.
vane
Publicar un comentario