eL iNiCio

Nunca creí en los regalos “empaquetados”, ni en el cheque del Corte Inglés como solución a la poca imaginación para encontrar el detalle especial para alguien. Tampoco he sido convencional ni metódica en los calendarios “happy birthay to you”, y digo esto para que los que lo han sufrido en sus propias carnes me lleguen a perdonar algún día.Pero lo que siempre me ha gustado es compartir. Es mucho más generoso llegar a tener algo y no quedártelo para ti solo/a, que sacar esas bandas de plástico con un buen montón de dígitos y comprar el detalle de turno.Así que en un ataque de “altruismo musical incontrolable” he decidido crear este blog y “colgar” todo aquello que me gusta para mí y que compartiría contigo.Tengo la sensación que NO todo se quedará en un recopilatorio audible... y puede que la cosa degenere y se cree uno de esos mundos donde las personas “colgamos” aquello que nos pasa, aquello que pensamos, aquello que quisiéramos decir y que no nos atrevemos... algunas cosas mágicas, algunas cosas míticas, lo típico, lo tópico ... pero dejemos de pensar lo que será y empecemos a crear lo que es.
M.

28 jun 2009

AnEsTeSiA pArA eL cOrAzÓn


Estando conectada al Messenger leí el estado de un amigo, y tenía puesta una frase que me hizo pensar. “Volverse gris”.

Tuve claro que no se refería al color de la piel, y menos ahora que estamos en plena época estival. El tema venía por el estado de ánimo... Todos nos hemos vuelto de ese color en algún momento. Esa sensación de no tener nada más que decir, ni que aportar. Estar en la sombra de todo y contemplar como transcurre la vida a tu alrededor. Eso es volverse gris.

Pero para todo hay solución. Remedio. Alternativa.

Aunque, hasta que encuentras esa vía, esa posibilidad de salir del mundo desdibujado siempre remedios. Algo que duerma la sensación de opacidad.


























Esto y rodearse de personas que aporten un sentido a lo que haces. Hacer actividades que te hagan disfrutar de ese momento, y consigan arrancarte una sonrisa.

Está claro que no estamos en el mejor momento de nuestras vidas. La mayoría vemos peligrar nuestros puestos de trabajo. Pensamos qué vamos a hacer si las empresas donde trabajamos no consiguen superar el bache financiero que torpedea hacia todas las direcciones. No somos capaces de tomar una cerveza y unas bravas sin recordar los malos resultados que vemos en los balances mensuales.

Tenemos un sin fin de gastos que hemos acumulado y hemos hecho indispensables en nuestras vidas. Se han acabado esos momentos de dilapidación del dinero de aquella manera alegre.

Y está claro que eso nos está volviendo grises a todos. Pero hemos de recuperar la esperanza, e intentar adaptarnos a la situación actual, al momento.

Hemos de conseguir volver a ver un arco iris. Una paleta de colores que nos devuelva la perspectiva, que no nos deje miopes. Que nos de esperanza para avanzar. Porque cuando se cierra una puerta, se abren miles de ventanas donde asomarte y volver a divisar el camino.


El gris nos devuelve a la realidad. NADA es para siempre, y eso lo tenemos que aprender cuanto antes, para no quedarnos paralizados cuando las cosas cambien sin preaviso. Pero igual que gris hay más colores que sirven para dibujar la esperanza. Que es ese sentimiento tan importante que hace que los motores de nuestras almas jamás se paren, y si eso ocurre siempre se ha de recurrir a la anestesia para el corazón. Aquello que adormezca el dolor, y consiga que veamos las cosas con un poco más de perspectiva.

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