Nunca creí en los regalos “empaquetados”, ni en el cheque del Corte Inglés como solución a la poca imaginación para encontrar el detalle especial para alguien. Tampoco he sido convencional ni metódica en los calendarios “happy birthay to you”, y digo esto para que los que lo han sufrido en sus propias carnes me lleguen a perdonar algún día.Pero lo que siempre me ha gustado es compartir. Es mucho más generoso llegar a tener algo y no quedártelo para ti solo/a, que sacar esas bandas de plástico con un buen montón de dígitos y comprar el detalle de turno.Así que en un ataque de “altruismo musical incontrolable” he decidido crear este blog y “colgar” todo aquello que me gusta para mí y que compartiría contigo.Tengo la sensación que NO todo se quedará en un recopilatorio audible... y puede que la cosa degenere y se cree uno de esos mundos donde las personas “colgamos” aquello que nos pasa, aquello que pensamos, aquello que quisiéramos decir y que no nos atrevemos... algunas cosas mágicas, algunas cosas míticas, lo típico, lo tópico ... pero dejemos de pensar lo que será y empecemos a crear lo que es.
M.
Hay momentos en la vida, en los que tienes la sensación de que tu relación con aquello, con ese alguien, con ese algo, aún apuntando a que sería eterna, está pidiendo una “despedida”.
Llega el momento… parece que la ciudad entera susurra …
Fuera llueve, como últimamente en esta parte de la costa. Señales que indican el fin de un ciclo, agotado por el desgaste de toda una vida.
¿Cuándo dejé de pertenecer a este asfalto que leía mis pisadas diariamente, para convertirme en una extraña? Cuándo dejé de formar parte del aliento que forman los coches de semáforo a semáforo?
Me suena extraño el sonido de la urbe a mi alrededor, como si fuéramos desconocidos, como si acabáramos de coincidir en el ascensor sin saber qué decirnos.