eL iNiCio

Nunca creí en los regalos “empaquetados”, ni en el cheque del Corte Inglés como solución a la poca imaginación para encontrar el detalle especial para alguien. Tampoco he sido convencional ni metódica en los calendarios “happy birthay to you”, y digo esto para que los que lo han sufrido en sus propias carnes me lleguen a perdonar algún día.Pero lo que siempre me ha gustado es compartir. Es mucho más generoso llegar a tener algo y no quedártelo para ti solo/a, que sacar esas bandas de plástico con un buen montón de dígitos y comprar el detalle de turno.Así que en un ataque de “altruismo musical incontrolable” he decidido crear este blog y “colgar” todo aquello que me gusta para mí y que compartiría contigo.Tengo la sensación que NO todo se quedará en un recopilatorio audible... y puede que la cosa degenere y se cree uno de esos mundos donde las personas “colgamos” aquello que nos pasa, aquello que pensamos, aquello que quisiéramos decir y que no nos atrevemos... algunas cosas mágicas, algunas cosas míticas, lo típico, lo tópico ... pero dejemos de pensar lo que será y empecemos a crear lo que es.
M.

27 sept 2009

La NoChE eN qUe Me EnAmOrÉ




Estaba yo en una noche de sábado pasando calor, haciendo ver que miro un canal de televisión que cada día se hace más infumable, y cómo no, escuchando música.

El Spotify ha sido para mí el invento del siglo. Logra sorprenderme cuando localiza a esos grupos que me encantan y que no conoce “ni su tía”.

Estoy “descubriendo” cosas impresionantes. Grupos de los años 80 que no había escuchado nunca... y me doy cuenta de lo ignorante que soy... cómo es posible que se me pasara todo esto...?!?!?!?

“-Pues si-, me digo, -se te han pasado nena-, -y rabia pensando en todas las cosas que ahora mismo circulan por ahí y que tú no conoces...- ggggrrrrrrrrr....

Sigo deambulando sin horizonte ni control por ese mar de canciones y temas que hasta hoy ignoraba que existieran y que me dejan con cara de perplejidad, esa que se te queda cuando te parece mentira que seas así de tonta y estúpida... esa que te dice que no eres tan lista como pensabas. Esa sensación que te pega una buena patada en el trasero y te hace aterrizar en el suelo duro de la realidad más absoluta.

No es mi intención entretenerme mucho, más que nada porque tengo sueño, pero ya he perdido el control sobre el botón del “play” y voy dándole indiscriminadamente a la flecha en cuanto hay algo que sale y no existe en mi biblioteca mental. Estoy presionada por la idea de pasar por alto algo importante.

Y es así cuando me topo con Richard Hawley. Más bien me topo con la canción:

"Caravan"

http://open.spotify.com/track/2u9XRZoNBY1bWcGLR7rocQ


Suena como aquel secreto que te cuenta tu mejor amigo. Algo que has de guardar bajo llave. Una reunión en verano debajo de un árbol. Miradas esquivas y de pronto la noticia. Aquella que no puedes decir. Eso es la música de Richard Hawley. Pero pienso, que si lo digo en voz bajita no puede pasar nada, y me repito una y otra vez “sunlight”.

"Sunlight"

http://open.spotify.com/track/2VZMdUd5uTxqrJUiAMIK2K


Pero ahí no queda la osaída, y sigo tarareando “bang to rights”.


http://open.spotify.com/track/4v5RHiAlYnpgwOm4rGyNnm


Miro alrededor como si alguien hubiera escuchado el “secreto”. Sólo es música, me digo, pero en realidad estoy actuando como una niña celosa que quiere cerciorarse que nadie roba aquello que considera suyo.





Enamorarse a los 15. Qué locura!! Ese amor loco que hace que pierdas el control y hagas cosas irracionales.




A eso me sabe Richard Hawley. Ya no quedan sensaciones como esas. Al menos ya las hemos olvidado. Por eso es tan espectacular descubrir la melodía que sonaba en tu corazón cuando eras una adolescente. Y mi vida tenía ese suave ritmo. El del Sr. Hawley y su “Caravan”. Los veranos en los campamentos. Las tardes de invierno acurrucada debajo de la manta en el sofá y leyendo un buen libro.




Sin que sirva de precedente y entre nosotros, he de confesar que me he vuelto a enamorar. Lo imposible puede surgir. Lástima que de nuestro amor no salga fruto alguno. Me gustaría saber qué puede salir de un romántico empedernido y una escéptica acérrima. Quizá por eso me he enamorado de esta música, para hacer imposible tamaño desatino... porque hay cosas que es preferible no mezclar. Y de esa manera conviertes ese amor, en PLATÓNICO. Y con ese título ya puedes entrar en la puerta más deseada, la puerta a la que no todo el mundo llega, pero a la que todo amor platónico está destinado a picar.

La entrada al amor eterno.





http://open.spotify.com/track/1MBePNa1rK61ek9z1qcLuW

3 sept 2009

SuMmEr, SwEet SuMmEr...


El ventilador hace su trabajo lo mejor que puede, pero está claro que no es suficiente. He tenido que castigarme con una “desperados” bien fresquita. La cosa puede mejorar, y para ello casi sin pensar me he puesto esos pantalones tan fresquitos y cómodos que me trajo Dani de Bali. Es todo un arte eso de anudarse perfectamente algo tan bombacho. He de hacerlo varias veces para que quede correcto y no los vaya perdiendo por el pasillo de casa. Y ahora voy a poner música... qué puede acompañar este momento hedonista? ... hay varios cd´s lounge que me vienen a la memoria, cosa algo difícil teniendo en cuenta que hace casi un mes que he decidido no pensar. Es demasiado esfuerzo...en vacaciones el verbo por excelencia es “SURGIR”, y la palabra es “ACTITUD”. Este es el vocabulario básico en mis días de descanso, que se me hacen harto escasas en estas épocas de tanto estrés laboral.

Las aspas del ventilador me guían en la decisión de lo que ha de sonar mientras disfruto de la cerveza. No quiero empezarla hasta que todo sea perfecto para el disfrute total y absoluto de este momento de relax. Así que he de darme prisa porque en estos momentos todo se calienta en pocos minutos.

Decidido!





No me extraña que a mucha gente se le haga difícil volver a lo que se supone que es la vida normal. Esa en la que estamos metidos en una ciudad que nos engaña diciendo que nos ofrece todo lo que necesitamos, cuando lo que realmente queremos es ir descalzos y tumbarnos al sol sin tener que hacer nada en especial.

Y otro año más a esperar ese momento. El instante en el que hacemos lo que realmente nos apetece. Viajar y descubrir una cultura diferente a la nuestra, quedarnos en casa para relajarnos sin más, dedicar nuestro tiempo a la familia o simplemente disfrutar del mar, del sol, de la vista espectacular que tiene un cielo azul que se mezcla con el horizonte de las aguas que nos estén bañando los pies.
















La cervecita no me acerca más al sueño... todavía no he conseguido hacer el cambio de hora, así que sigo escuchando un poco de música brasilera que es lo que le “pega” a este calor caribeño que invade la ciudad condal.






Música de Daniela Mercury





Y ahora si, creo que os dejo disfrutar de los ritmos caribeños. Yo me acerco poco a poco a mi cama que me espera para reparar ese cansancio que parece invencible. Echaremos un pulso, a ver quien gana.